En el año de 1959 en la ciudad de Santigo de Chile siendo apenas un niño Mario Correa se inició en el arte de la orfebrería, recibiendo instrucción de parte de Don Julio Maldonado; quien fue un hombre de mucha experiencia en el ramo.
Con el transcurrir de los años continuó perfeccionándose; asumiendo su aprendizaje como un oficio, sintiendo cada vez más amor por su trabajo,llegando así a distinguirse como uno de los primeros joyeros finos en platino y oro blanco con piedras preciosas de la región.
Luego, para el año de 1975 creó el taller artesanal de joyería. Un sueño hecho realidad.
Para sorpresa de Don Mario; uno de sus hijos llamado Mauricio Correa, decidió seguir sus pasos desde la edad de 13 años. En su etapa de adolescente vivenció la formación académica de la escuela y adquirió los conocimientos brindados por parte de su padre en el rubro de la joyas. Es decir, incursionó en la creaciòn, la elaboraciòn y la venta de joyas en los diversos metales, obteniendo así mucha receptividad.
Actualmente, padre e hijo comparten el taller artesanal de joyería, el cual cuenta con la infraestructura necesaria para resolver los trabajos que se presenten y desarrollar ideas para la obtención de hermosas joyas.